Si bien es un modelo altamente tecnológico tanto en su ingeniería como diseño, sus sutiles líneas guardan una delicada remembranza a modelos clásicos del 50 y 60, tanto en términos estéticos como en confort.
Como en un teléfono, al panel táctil con sensores de control le bastan un par de sencillos gestos con los dedos para entender lo que quiere el conductor. Por medio de este, puedes controlar todas las funciones del sistema de infoentretenimiento del Clase C, así como ajustar de manera intuitiva cada uno de los aspectos de las butacas delanteras de acuerdo a tus preferencias.
Su interior se encuentra cubierto de cuero en rojo cranberry y un distinguido enchapado en roble, dándole un toque de distinción continua a la tapicería.
Su volante posee un tamaño ideal, que propicia una conducción liviana y eficiente. Se encuentra además cubierto de cuero y en su costado alojan los comandos de adaptabilidad en la conducción que puedes seleccionar con sólo un toque.